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Con el uso de la firma electrónica se logra la integridad del documento, es decir, se puede validar que el mismo no fue modificado después que el autor lo haya firmado digitalmente; posteriormente se podrá comprobar la autenticidad de dicho archivo, ya que contiene el nombre completo y la cédula del firmante, por lo que el autor no podrá negar que lo firmó, garantizando el principio de no repudio.

Es importante mencionar que, en Panamá, gracias a la Ley 51 del 22 de julio de 2008, se define y se regulan los documentos electrónicos, las firmas electrónicas, la prestación de servicios de almacenamiento tecnológico de documentos, la certificación de firmas electrónicas (entre otras disposiciones) para el desarrollo del comercio electrónico; donde básicamente en su artículo 2 (punto 2), se define el término “Certificado electrónico” de esta forma:

“Documento electrónico expedido por un prestador de servicios de certificación de firmas electrónicas, que vincula los datos de verificación de una firma electrónica a un firmante y confirma su identidad”.

En resumen, se está regulando el uso de esta tecnología de manera legal en cualquier tipo de actividad ya que es posible obtener los datos del firmante y comprobar la validez de la firma electrónica en distintos formatos de archivos.

Se debe tener en cuenta que posteriormente con la Ley 82 del 9 de noviembre de 2012, se le otorgó al Registro Público de Panamá, las atribuciones de autoridad registradora y certificadora raíz de firma electrónica para la República de Panamá, donde se modifica la Ley 51 de 2008 y se adoptan otras disposiciones. Actualmente y desde hace más de 10 años, solamente la Dirección Nacional de Firma Electrónica del Registro Público de Panamá ha sido la única entidad aprobada para emitir certificados electrónicos calificados, tal como se indica en el numeral 3 del artículo 7 de dicha ley: “Certificado electrónico expedido por el Registro Público de Panamá o por un prestador de servicios de certificación registrado ante el Registro Público, que cumple los requisitos establecidos en esta Ley en cuanto a la comprobación de la identidad de los firmantes y a la fiabilidad y las garantías de los servicios de certificación ofrecidos por el prestador de servicios de certificación que lo genera”. En resumen, la firma electrónica calificada del Registro Público tiene validez legal inmediata, tal como si fuera la firma manuscrita de la cédula.

Cabe destacar que tanto la Ley 51 de 2008 como la Ley 82 de 2012, hacen mención del concepto “Firma Electrónica” (simple), la cual definen como un “Método técnico para identificar a una persona y para indicar que esa persona aprueba la información que figura en un mensaje de datos o documento electrónico”, por lo tanto, cualquier empresa es libre de utilizar esta tecnología en sus sistemas informáticos, solo que al no ser firma electrónica calificada, los documentos firmados con un certificado electrónico simple que no haya sido emitido por la Dirección Nacional de Firma Electrónica ni por algún Prestador de Servicios de Certificación (PSC) aprobado por el Registro Público, no tendrán validez legal inmediata, ya que ante una acción judicial, se tendría que realizar una investigación para comprobar si el nombre del firmante es realmente quien dice ser, por lo tanto, desde nuestra perspectiva, el uso más adecuado para la firma electrónica simple sería en los procesos internos técnicos de alguna empresa, para así automatizar las funciones realizadas actualmente de forma manual, pero teniendo en cuenta que no sería lo ideal, utilizar la firma simple en documentos con carácter legal.

Tanto la firma electrónica simple como la calificada, tienen el mismo nivel técnico de seguridad (firma digital, autenticación, algoritmos, etc.), su principal diferencia es el aspecto legal, tal como se definió anteriormente. En estos momentos, eFirmas S.A. brinda principalmente el servicio de emisión de firmas electrónicas simples para organizaciones (a nombre de personas naturales) y también ofrecemos certificados electrónicos para dispositivos (SSL, Firma de Código, entre otros).